Hacía siglos que no escribía en el blog, pero después de una etapa de sequía educativa vuelvo para quedarme (o eso espero). Tengo en mente algunos posts, a ver si me animo.
Pues nada, hoy vengo con la idea de los huertos urbanos. Resulta que encontré un recurso en la página del CENEAM bastante bueno y nada, que me inspiré para escribir.
El CENEAM es el Centro Nacional de Educación Ambiental, ya podéis imaginaros de qué trata. Pues en su página tienen bastantes recursos sobre este tema, muchos de ellos dedicados a la infancia, y buceando por la página encontré un documento (ESTE) con recursos para quien quiera documentarse para empezar un huerto en la escuela.
La verdad es que me parece una idea genial la del huerto, es fácil y se pueden plantar cantidad de cosas. Podemos plantar frutas que podemos recoger y comer directamente (no sin antes lavarlas, claro) como las fresas o los amorotes, o incluso podemos plantar lechugas y tomates y llevarlos al comedor e incluso preparar una ensalada nosotros mismos allí.
La cuestión es que es algo sencillo y que da buenos resultados. Estamos transmitiendo valores de responsabilidad y amor por la naturaleza a la vez que aprendemos contenidos sobre las cosechas (ciclos lunares, características de los productos). Además estaríamos creando un huerto ecológico, sin todos esos aditivos que tienen los productos que compramos en el súper y educaríamos a las niñas y niños en una alimentación sana y un consumo responsable. Vamos, que sería un proyecto completito.
Os dejo también este enlace de un libro e la FAO (la Organización delas Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en el que dan todas las claves para tu propio huerto escolar.
Pues nada, espero que os animéis a hacer vuestro propio huerto. A los que no tenéis un aula, como yo, siempre podéis plantar unos tomatitos cherry en el alféizar de la ventana.
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