El pasado 2 de Abril fue el Día Internacional del Libro Infantil y, como ya comenté en posts anteriores, los libros infantiles son una de mis debilidades.
Este año estoy trabajando de cuentacuentos (siii, al fin tengo algo parecido a un trabajo)y este día lo aproveché para revisar mi fichero de cuentos. Recordé el que para mí es mi cuento favorito, sin duda.
Hay cuentos maravillosos, pero este, tan sencillo, es el que más me gusta.
Non é unha caixa/No es una caja, de Antoinette Portis. En el álbum, a través de unas ilustraciones sencillas en negro y rojo, vamos viendo como el protagonista transforma con su imaginación una caja en infinidad de cosas.
Fue el primer cuento que conté y también el primero que me compré. Lo que me llamó la atención fue que parece una caja... peso neto...mantener en esta posición... ¡hasta huele a caja! Simplemente precioso.
Pues a través de este cuento decidí pensar un poco sobre el hecho de jugar con cajas. Todos lo hicimos y es un ejercicio maravilloso para la creatividad y para desarrollar la imaginación.
Una caja puede ser todo lo que quieras, desde un coche hasta un refugio antiaéreo. Pero para los que queráis darle un uso específico a esa caja o ahorrar en juguetes fabricándolos vosotros mismos para darles un toque personal y adaptado a vuestros intereses...
Casas, electrodomésticos, muebles, coches...¡hasta caravanas!
Juguetes de encajar para los más peques.
Hasta laberintos...
O para organizar...
O para lo que tú quieras.
Todas las imágenes están en mi PINTEREST. Visitadlo si queréis llegar al enlace del sitio web en dónde están sacadas.
¡A jugar con cajas!
